Yo habito múltiples contradicciones. O más bien, aparentes paradojas.

Apoyo la huelga de guionistas de la WGA al mismo tiempo que ChatGPT se ha convertido en un #AI co-worker, al que doy los buenos días y las gracias.

A mi generación nos ha tocado vivir:

– La disrupción de la llegada de Internet, y su democratización del acceso a la información.

– La llegada de Facebook, y sus dilemas asociados a la identidad personal. ¿A quién se le ocurrió publicar tu status sentimental on-line?

Ni hablemos de Twitter. Nunca entendí la función del anonimato, porque en muchos países, significó una erosión de la democracia, hasta que descubrí el mundo de cripto Twitter, perdón X.

Y ahora tenemos el tsunami de la Inteligencia Artificial (IA):

¿Qué hacemos con ella: la ignoramos o la incorporamos?

He leído lo suficiente como para entender que todas las razones para temer a la IA son ciertas. Como tuiteó Elon Musk -cuando Trump era Presidente de los EEUU y se reunión con l dictador del Corea del Norte- haciendo referencia a “Juego de Tronos”: Los verdaderos “White walkers”, los que vienen marchando desde otro de El Muro, es la Inteligencia Artificial.

Y también, que es verdad que es una herramienta que va a permitir a profesionales con menos oportunidades, y regiones menos desarrolladas de hacer progresos realmente significativos, porque el costo de adopción es increíblemente bajo y los resultados en calidad cuánticos.

Así, como las redes sociales pulverizaron el status quo y dieron la oportunidad a millones de creadores que se saltaron a los “gatekeepers” y encendieron la cámara de su móvil y crearon su propia audiencia.

Los riesgos asociados a la IA Generativa en el campo creativo, tienen que ver con la propiedad intelectual y la privacidad. Eso es una batalla por librarse, para que los artistas puedan ser autorizar que sus trabajos sean utilizados para entrenar modelos de IA y ser recompensados económicamente por ello. Eso vendrá.

El tema de base ahora es: ¿incorporamos la IA o no?

La tecnología es neutra. El tema es que la IA como suelen decir los expertos es un reflejo de nosotros mismos. Por eso es sesgada. Y le tenemos miedo, porque sabemos lo terrible que como humanos podemos llegar a ser.

Estos temas complejos requieren tomar una posición. ¿A favor, en contra? 

El discurso más persuasivo y que 6 meses después después no ha perdido un ápice de vigencia es la TED talk de Sal Khan de Khan Academy.

Khan parafrasea a William George Ward en su cita sobre que “el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas”, poniéndola en un contexto aún más retador: ¿Acaso las mafias y los gobiernos totalitarios no van a tomar ventaja de estas tecnologías?

Un buen argumento para que el que tiene un poco de miedo, cobre ánimo.

¿Yo? Ya estaba convencida con el “Hola” 😉

Y éste largo post es la excusa para compartir el que fue mi primer ejercicio “serio” usando Inteligencia Artificial Generativa 😎

Entre una y otra imagen el proceso me tomaría unos 20 minutos. Estamos entrando en una era en la que una imaginación exacerbada, como la mía que nunca ha sido de “low budget” o bajo presupuesto es castellano, no sea un problema para los cineastas.